jueves, 24 de septiembre de 2009

La casa recuerda


El país imposible de tu cuerpo desnudo
que apenas intuí.

La hora perdida en las dudas infinitas.

Tus manos eternas que volaban
al sostén de mis mañanas.

El primer beso de lluvia y mundo renacido
que no te robé.

Tu caminar de flor mecida por el viento
y tu cara de Matisse, como una promesa envuelta en labios.

Los cantos de sirena, los mundos exactos de Lewis, Dickens
y tu risa, que te hace ave y ola
cabalgándome la vida .

Tus pequeños gritos del goce advenedizo
que acopie en el delirio de Malba Tajan.

Y tus ojos, tus ojos como un prodigio
de espejos en los que ya no habito.

6 comentarios:

  1. a veces el amor es un suspiro que pasa,agradece el recuerdo que dejo en ti.....un abrazo

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  2. Hay sorbos que se quedan en la boca.
    Sabores que palpitan en la lengua para recordarnos un amor que se fue.

    Saludos otoñales amigo,

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  3. Abuela, lo que dices es cierto, el amor y la misma vida es un suspiro, solo quedan los recuerdos. Un abrazo

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  4. Roberto, creo en eso, hay sabores que se quedan, y nos recuerdan un amor, un tiempo, un momento. Garcia Marquez probó una vez un helado en Paris, y le supo a Mozart. Saludos del invierno tropical

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  5. Bellísimo poema de desamor, del recuerdo que deja la amada perdida. Tus palabras me provocaron lágrimas al evocar mis propios recuerdos. Un beso fuerte, querido Jaud.

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  6. Querida Mayte, gracias por venir y dejar tus cálidos comnetarios. Me alegro saber que mis poemas te traen sentidas evocaciones. Besos

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