miércoles, 25 de agosto de 2010

Delicado y Gentil


Tenia ansias de reventarme un poema,
de esos que derriten el yelmo
y unden las barcazas,
de los que pululan por tus ojos
como vuelos imprevistos
de asustadas aves,
como acalorados corpiños que te
sostienen, de improviso, la mañana.

Pero quería levantarme
y flotar en palabras precisas,
suave y gentil.
Depositarte una hilera de besos
amontonados, como amados libros.

Y me pasó el día, la noche,
todo el invierno,
y tus sonoros pasos
escribían una canción toda
sexo.

Entonces exploté en la espera.
Oí tu voz azul, amé tus muslos
azotados por las manos que apenas
dijeron tu nombre;
tomé tus senos náufragos
que señalan el
camino,
y me esparcí, delicado y gentil,
cubriéndote de furor y seda.

Tenia ansias de escribirte
un poema...

domingo, 15 de agosto de 2010


Es como un zumbido
de ignotas estrellas
cuando irrumpo en ti,
con la seguridad de los
ríos que liberas.

Es el agua de tus paz
que me calcina,
es el cielo de tu voz
que me lastima,
es el miedo de tu
amor que invade todo.

Es correr y esconderse
creyéndome morir,
porque he querido la
eternidad entre tus besos.
Es perderme y encontrarme
nuevamente.

Tengo un ramo de nervios
y nostalgias
alumbrando esta noche
la velada.

domingo, 1 de agosto de 2010

Este transitar


Este transitar que
aun miro extrañado.
Es como no haberse acostumbrado
a uno mismo.
La dialéctica clandestina
que libro con el huésped
desconocido que me habita.
Pero no he dejado de maravillarme
por el mundo,
aunque los rastrojos de lo callado
sea lo que brille en mis momentos
sobre poblados de pequeños muros.
Así es, a veces, la historia del
hombre que sonríe.