martes, 4 de mayo de 2010

Acopio a la sombra


No has vuelto a mi,
porque nunca has partido.

No he de olvidarte
porque eres la estrofa
de un poema imperturbable.

No fui malquerido,
odiado, abandonado,
porque me amaste en
el vuelo temporal de
tus deseos.

No me olvide de tu
voz,
porque hasta la lluvia cantó
tu dolor
de no entenderte a veces.

No hay huellas, espejos.
No izamos, al fin al cabo,
la bandera de todo lo
que se soporta en el idilio.

No hay, todavía, la leche
derramada de la afrenta.

Es un escándalo oculto
en las tardes que mansas
caminan al crepúsculo.

Y nosotros, pequeños seres,
de cera, que evitamos
acercarnos a la lumbre
que sobrevive a tu desliz.

21 comentarios:

  1. Tal vez el relato de una ausencia que se hace más presente.Pero con certeza es el transitar sentido y noble, donde no hay demanda, ni enojo, ni reproche.
    Poco común en las distancias y tan cercano a la esencia del amor sin contaminar.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Se nota mansedumbre en tus versos. Desde luego no puede regresar quien nunca salió de ti.
    Tan eterna, tan segura en ti, que no puede partir.

    Muchos besos Jaud.

    ResponderEliminar
  3. Como dice el tango "porque es mejor el verso aquel que no podemos recordar"

    Los dos últimos parágrafos, sublimes.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Un placer volver a leerte.. después de mi larga ausencia..

    Un Abrazo
    Con mis
    Saludos fraternos de siempre..

    ResponderEliminar
  5. LLega hasta donde tiene que llegar. Y no pasa de largo, se queda y planta sus raíces hasta la última silaba.
    Muy bueno.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. He venido a recoger un girasol ;) y por supuesto a quedarme entre tus letras.
    Nunca me pongo a analizar lo que intenta decir quien haya escrito, sino la primera cosa que se me venga a la cabeza, la sensación.

    Cuando leía pensaba lo poco que conozco a los hombres. Y lo que me sorprenden cuando descubro tanta sensibilidad.
    Gracias por dejar que me acerque a tu universo. besos de bolsillo.

    ResponderEliminar
  7. Uy Ale, me gusta mas tu comentario que mi poema. Eres un amor, gracias por venir. Besos

    ResponderEliminar
  8. Bella Duna, Lo dijiste muy bien, asi me sentí cuando lo escribi. Muchos Besos

    ResponderEliminar
  9. Me he quedado muerta, con lo que me has dicho.

    seré pava?


    si puedes me escribes y te explico porqué.

    besos.

    ResponderEliminar
  10. Lamas, qué bonito. Es un honor tenerte aca. Besos

    ResponderEliminar
  11. Hola Adolfo, si estuviste ausente un tiempo, bueno bienvenido y es un placer que sea de tu agrado, Poeta. Abrazo fraterno

    ResponderEliminar
  12. Me fui llenando de esperanza según iba leyendo tu poema. Estamos bien, pensaba.
    Pero llegué a la última estrofa:

    Y nosotros, pequeños seres,
    de cera, que evitamos
    acercarnos a la lumbre
    que sobrevive a tu desliz.

    Duele ese peligro acechando, esa grieta en el muro, esa herida no mortal pero que desangra...

    ¿Estaré pesimista?

    Como poema, es muy hermoso

    Un beso

    ResponderEliminar
  13. Tino, que bien lo expusiste. Gracias

    ResponderEliminar
  14. Verónika, llévatelos todos, si quieres. Qué bueno que te hayas dado cuenta de eso, y que puedas derribar algunos paradigmas. Sin embargo, asi escribo y asi siento, y me place que sea de tu agrado. Estás ya dentro de él. Los guardaré con fondo. Besos

    ResponderEliminar
  15. Alís, querida, yo tambien iba como tú, pero no me dejó esa sensación de vacio, de lo que puede ser. Me habría gustado que no terminara asi, pero bueno. De todas formas, me lagero que te haya gustado. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  16. Un amor que nunca se concreta, permanece limpio. Tal vez duela, tal vez no. Pero permanece.

    Abrazos ;)

    ResponderEliminar
  17. Tan linda Alisma, siempre tan cierta, tan firme. Un beso grande

    ResponderEliminar
  18. Muy bonito el verso,
    es un placer leerte.
    que tengas una feliz semana.

    ResponderEliminar
  19. Ricardo, gracias, eres bienvenido.

    ResponderEliminar
  20. Como siempre, conmovedor. Me encantó la última estrofa.

    En lo personal preferiría tomar el riesgo de acercarme al fuego, aún cuando corriera el riesgo de derretirme o quemarme.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  21. Cecilia!!! choca esos cinco!!! jeje. Así es que me gustan las mujeres, carajo!! Ahora calmado, te digo que es un placer recibir tu visita. Sienmpre te leo, pero aun no te llegan mis comentarios. Un beso

    ResponderEliminar