martes, 30 de junio de 2009

SODA

Llegabas mojada
te veia pequeña y te metia en mi boca.
Al cabo de un tiempo
no estuve solo,
eras mi sudor
conclusión de mis actos.

La mano que apretaba
mi garganta.

Y cuando dormias
eras oceano,
profunda y redonda
como el mundo entre mis manos.

1 comentario:

  1. Increíble que en algo tan cotidiano se puedan encontrar la verdad y la belleza. Un beso, amigo Jaud.

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