Hazme un motivo
para seguirte soñando.
Para cambiar el dolor
de las mañanas.
Muestrame un camino
lleno de presencias,
ausente de apremios,
rico en existencia.
Que la parsimonia
domestique nuestros sueños,
sin la palabra hostil
que te lacera.
Dame un letargo
en tu cintura,
una flor semioculta,
que vaya naciendo
con el raudal de mi canto
a la luz de la luna.
Hola
ResponderEliminarMe a gustado mucho tu blog.
Llega, fluye, te leo.
Adela
El motivo siempre para el corazon es el mismo, el amor.
ResponderEliminarUn Saludo
Hola Adela, eres bienvenida. Di una lectura a tu último post y me gusto, igualmente te leo. un Abrazo
ResponderEliminarEdu, asi es, que duda cabe. Un Saludo
ResponderEliminarLa poesía siempre será poesía.
ResponderEliminarLa lluvia siempre será lluvia aunque cambiemos el color de la sombrilla.
Saludos a la nueva cara de tu blog.
Amor, poesía, latido, todo es uno.un abrazo
ResponderEliminarRobërto, gracias por tus comentarios y tu amabilidad, Saludos
ResponderEliminarSi, Marisa, es una sola cosa. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarbello ....y rogante,como es el amor, no se cansa de dar, de rogar.....,un abrazo
ResponderEliminarAbuela, gracias por venir. Creo que consiste en eso, en dar, casi siempre en pedir, porque eso ansiamos de quienes amamos. Un abrazo
ResponderEliminarHermosa poesia, concista e intensa. Me alegro haberte encontrado y te agradezco hayas pasado por mi blog. Te dejo mi logotipo de seguidores, una vieja maquina de escribir, y espero que dejes el tuyo en mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo y adelante
Siempre el amor presente en tus poemas, mi querido Jaud y esta vez parece un amor que se presta a una pacífica convivencia, sin los sobresaltos del pasado, imbuido en la calma y el sosiego. un beso fuerte.
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